jueves, 16 de enero de 2014

A las iglesias, medios y políticos conservadores: La batalla a penas empieza


Johan León Reyes
Director General Acción Zuliana por la Vida

Los colectivos sexodiversos organizados de Venezuela se encuentran en la recta final para la entrega ante la Asamblea Nacional de una propuesta de Ley para el Matrimonio Civil Igualitario en este país, y, paralelamente los grupos religiosos conservadores apoyados por los medios de difusión y sus aliados políticos en los diferentes niveles del Estado están preparando su artillería más pesada para contrarrestar el alcance de estos derechos civiles.
Las venezolanas y los venezolanos que pertenecemos al colectivo de lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI) hemos enfrentado históricamente campañas de atropellos por parte de quienes quieren mantener un falso equilibrio, el cual no es más que el control y la manipulación de un sistema patriarcal, heterocentrista y que arremete contra todo lo considerado “tradicional”. Quienes promueven este discurso aluden que las personas LGBTI “también son seres humanos, pero no merecen los mismos derechos”, es decir, un discurso similar al que manejaban quienes apoyaban la esclavitud, la segregación racial, los atropellos y desigualdades contra las mujeres y demás nefastos procesos de discriminación.
Aclaramos varios puntos: Ser LGBTI no está contrapuesto a ser “familia” o a tener “valores familiares”, pues se ha demostrado que la familia nuclear tradicional corresponde cada día a un segmento más pequeño de la población y que la sociedad ha encontrado múltiples formas de grupos funcionales conformados de maneras diversas. Las personas LGBTI venimos de familias, tenemos familia y somos plenamente capaces de conformar una familia pese a los discursos que pretenden satanizar todo lo no heterosexual.
Si tenemos los mismos deberes ante la Ley, como pagar impuestos, participar en procesos electorales, respetar las normas y procesos legales, debemos tener exactamente los mismos derechos y con los mismos nombres, y esto ha sido una deuda histórica que tiene el Estado venezolano con este segmento de la población debido a que muchas veces se apega más a las “costumbres” impuestas por las religiones que a los Derechos Humanos. Recordamos que Venezuela se constituye como un Estado laico y que si bien debe respetar la libertad de cultos no puede legislar sobre la base de principios religiosos. La Carta Magna de Venezuela establece que todas y todos somos iguales ante la Ley, y sobre ese principio se debe legislar para alcanzar la máxima felicidad de quienes vivimos en este país. Desafortunadamente, muchos avances se han truncado porque los legisladores terminan cediendo ante las presiones de los grupos religiosos y por temor a un pase de factura electoral por parte de una mayoría supuestamente conservadora, pero yo me inclinaría más a decir que está desinformada por la manipulación de los grupos religiosos.
A las iglesias: La petición que estamos haciendo decenas de miles de venezolanas y venezolanos no tiene absolutamente nada que ver con ustedes; se trata de un matrimonio civil igualitario que responde exclusivamente al sistema legal venezolano y no a la forma como estén constituidas las iglesias. No estamos buscando casarnos ante ninguna iglesia, mucho menos si éstas discriminan, menoscaban, atropellan y fomentan el odio hacia las personas LGBTI.
A los medios de comunicación que se han prestado para las campañas desinformativas en referencia el Matrimonio Civil Igualitario, les recomendamos buscar el equilibrio, investigar en profundidad, entender que pueden estar trabajando para el lado incorrecto de la historia y que pueden pasar a la misma como promotores de las inequidades sociales. Muchos países han adelantado legislaciones en favor de las personas de la sexodiversidad garantizando la igualdad ante la ley; Venezuela en este tema tiene un retraso y una deuda gigantesca que merece ser reconocida, y estamos claros que nadie luchará por nosotros sino lo hacemos nosotros mismos.

No nos arrodillaremos ante quienes promueven el odio, la desigualdad ni ante quienes dan la espalda a las luchas históricas. La batalla a penas comienza y lucharemos con toda la fortaleza necesaria para alcanzar nuestra meta; que todas y todos seamos venezolanos de primera. 

1 comentario:

  1. Muy bueno el articula, sigamos adelante por la lucha y la justicia y la igualdad de todos y para q se entienda de una buena vez q Venezuela es de todos los ciudadanos q habitamos en ella...

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